Si tu hijo tiene miopía (vista corta), probablemente te estarás preguntando si tiene cura o, al menos, si hay algo que se pueda hacer para frenar la progresión, de manera que no tenga que usar gafas con una receta mayor cada año.
Durante años, los profesionales de la visión y los investigadores se han estado haciendo la misma pregunta. Y hay buenas noticias. Una serie de estudios recientes sugiere que, al menos, podría ser posible controlar la miopía retardando su progresión durante la infancia y la adolescencia.
¿En qué consiste el control de la miopía?
Aunque no se ha descubierto una cura absoluta para la miopía, ahora los optometristas y oftálmologos pueden ofrecer una serie de tratamientos que retardan su progresión.
Estos tratamientos pueden inducir cambios en la estructura y el enfoque del ojo para así reducir el estrés y la fatiga asociados con el desarrollo y la progresión de la miopía.
¿Por qué debe interesarte el control de la miopía?
Porque retardar la progresión de la miopía puede evitar que tu niño o niña desarrolle niveles altos de miopía que requieran gafas correctoras gruesas, que se han asociado con problemas oculares graves años más tarde, como por ejemplo, el desarrollo precoz de cataratas o incluso el desprendimiento de retina.
En la actualidad, existen algunos tratamientos que han demostrado ser efectivos para el control de la miopía:
- Gotas para los ojos de atropina
- Lentes de contacto multifocales
- Gafas multifocales
A continuación, te presentamos un resumen de cada uno de estos tratamientos y una reciente investigación sobre el control de la miopía:
Gotas para los ojos de atropina
Durante muchos años, las gotas para los ojos de atropina se han utilizado para el control de la miopía con resultados eficaces a corto plazo. No obstante, el uso de estas gotas también tiene algunos inconvenientes.
La atropina tópica es un medicamento utilizado para dilatar la pupila, así como para paralizar temporalmente la acomodación y relajar por completo el mecanismo de enfoque de los ojos.
La atropina no se usa para los exámenes corrientes de dilatación de los ojos porque sus acciones son duraderas y pueden tardar hasta una semana o más en desaparecer. El efecto de las gotas dilatadoras, aquellas que el doctor de la visión utiliza durante el examen de la vista, suele desaparecer en un par de horas.
En la actualidad, el uso frecuente de la atropina es para reducir el dolor ocular asociado con ciertos tipos de uveítis.
Dado que las investigaciones indican que la miopía en niños puede estar vinculada al esfuerzo acomodativo, los investigadores han considerado el uso de atropina para desactivar el mecanismo de enfoque del ojo para controlar la miopía.
Y los resultados de los estudios de gotas para los ojos de atropina para controlar la progresión de la miopía han sido impresionantes —al menos durante el primer año de tratamiento. Cuatro estudios a corto plazo publicados entre 1989 y 2010 concluyeron que la atropina produce una reducción media del 81 % de la progresión de la miopía en niños miopes.
Sin embargo, investigaciones adicionales han demostrado que el efecto de control de la miopía de la atropina no continúa después del primer año de tratamiento, y que el uso de atropina a corto plazo no puede controlar la miopía significativamente a largo plazo.
Curiosamente, un estudio halló que cuando se interrumpieron las gotas de atropina para el control de la miopía después de dos años de uso, los niños que estaban usando gotas con la menor concentración de atropina (0.01 %) tenían un control más sostenido de la miopía que aquellos niños que se trataron con gotas de atropina de mayor concentración (0.1 % a 0.5 %). También tenían menos progresión de la miopía de «rebote» un año después del tratamiento.
Además, muchos especialistas de la visión son reacios a recetar atropina para niños porque los efectos a largo plazo del uso constante de la medicación son desconocidos.
Otros inconvenientes del tratamiento con atropina incluyen malestar y sensibilidad a la luz debido a la prolongada dilatación de la pupila, visión de cerca borrosa y el gasto añadido de los lentes bifocales o lentes progresivos que los niños necesitan durante el tratamiento para poder leer con claridad, dado que su capacidad para enfocar de cerca se ve afectada.
Lentes de contacto multifocales
Los lentes de contacto multifocales son lentes especiales que tienen diferentes potencias en diferentes zonas del lente para corregir la presbicia, así como la miopía o la hipermetropía (con o sin astigmatismo).
Sin embargo, los investigadores y los doctores de la visión se han dado cuenta de que los lentes de contacto blandos multifocales modificados, así como los convencionales, son herramientas eficaces para el control de la miopía.
En 2010, investigadores de Australia, China y los Estados Unidos presentaron datos de un estudio sobre lentes de contacto experimentales para el control de la miopía usados por niños chinos en edad escolar durante seis meses. Los lentes de contacto tenían un diseño multifocal especial de doble foco con toda la potencia correctiva en el centro del lente y menos potencia en la periferia.
Los participantes tenían entre 7 y 14 años al comienzo del estudio, y tenían entre -0.75 a -3.50 dioptrías (D) de miopía, con no más de 0.50 D de astigmatismo. Un total de 65 niños usaron los lentes de contacto multifocales experimentales, y 50 niños usaron gafas. Después de seis meses, los niños que usaron los lentes de contacto multifocales tuvieron un 54 % menos progresión de la miopía en comparación con los niños que usaron gafas.
En junio de 2011, investigadores en Nueva Zelandia informaron acerca de una comparación entre lentes de contacto blandos multifocales experimentales y lentes de contacto blandos convencionales para el control de la miopía en niños. Un total de 40 niños miopes entre 11 y 14 años participaron en el estudio. Los niños usaron en uno de los ojos escogido al azar, un lente de contacto multifocal y en el otro ojo, usaron un lente de contacto blando convencional durante un primer período de 10 meses, luego cambiaron al lente multifocal durante otros 10 meses.
En el 70 % de los niños, la progresión de la miopía se había reducido en un 30 % o más en el ojo que había usado el lente de contacto multifocal experimental en los dos períodos de los 10 meses del estudio.
En noviembre de 2013, investigadores en los EE. UU. publicaron los resultados de un estudio de dos años que reveló que los niños miopes que usaron lentes de contacto blandos multifocales diariamente tuvieron 50 % menos progresión de la miopía, en comparación con niños miopes similares que usaron lentes de contacto blandos regulares durante dos años.
Los niños que participaron en el estudio estaban entre las edades de 8 a 11 años y tenían entre -1.00 D y -6.00 D de miopía en el momento de la inscripción.
Los autores del estudio concluyeron que tanto los resultados de este estudio de control de la miopía como los anteriores estudios indican la necesidad de un ensayo clínico aleatorizado a largo plazo para investigar más a fondo el potencial de los lentes de contacto blandos multifocales para controlar la progresión de la miopía en niños, y reducir así los riesgos asociados con la alta miopía.
Gafas multifocales
Las gafas multifocales también se han probado para el control de la miopía en niños, pero los resultados han sido menos impresionantes que los producidos con los lentes de contacto multifocales.
Una serie de estudios publicados entre 2000 y 2011 concluyeron que usar gafas multifocales no proporciona una reducción significativa en la progresión de la miopía en la mayoría de los niños.
El Ensayo de Evaluación de Corrección de la Miopía (COMET, por sus siglas en inglés), un estudio publicado en 2003, halló que los lentes progresivos, en comparación con lentes de visión sencilla regulares, retrasaron la progresión de la miopía en niños por una cifra pequeña, pero estadísticamente significativa durante el primer año. Aun así, el efecto no fue significativo en los siguientes dos años del estudio.
Sin embargo, en marzo de 2014, investigadores en Australia y China publicaron los resultados de un ensayo clínico de tres años de duración que evaluó la progresión de la miopía en 128 niños miopes de entre 8 y 13 años. Todos los participantes habían experimentado al menos -0.50 D de progresión de la miopía el año anterior al inicio del estudio.
Un grupo de niños usaron gafas de visión sencilla convencional, un segundo grupo usó gafas bifocales, y un tercer grupo usó lentes bifocales con prismas. Después de tres años, los niños que usaron ambos tipos de gafas bifocales tuvieron significativamente menos progresión de la miopía (-1.01 D a -1.25 D) en comparación con los niños que usaron lentes de visión sencilla (-2.06 D).
Detección temprana de la miopía
La mejor manera de aprovechar los métodos para controlar la miopía es la detección temprana.
Incluso si su hijo no se queja de problemas de visión (los niños miopes suelen ser excelentes estudiantes y no se quejan de problemas de visión cuando leen o hacen otras tareas escolares), es importante programar un examen de la vista de rutina antes de entrar al preescolar.
Los exámenes de la vista en la infancia temprana son especialmente importantes si usted o su cónyuge son miopes o si sus otros hijos mayores tienen miopía u otros problemas de visión.